ROCA REY: «CADA TARDE SALGO A LA PLAZA COMO SI FUERA LA ÚLTIMA» (VIDEO)

Madrid, España.- La gran sensación del toreo actual se llama Andrés Roca Rey, un joven peruano erigido en todo un número uno a golpe de triunfos en plazas y ferias de primer nivel, en un año marcado también por los percances, los cuales asume con naturalidad.

«Cada tarde salgo a la plaza como si fuera la última», asegura.
Así de tajante se muestra Roca Rey en una entrevista con Efe poco antes de embarcar en un vuelo destino a Miami (EE.UU), adonde marcha a recuperarse de los dos traumatismos craneales sufridos en menos de 15 días en la ciudades españolas de Málaga y Palencia, y que le han obligado a parar en su actividad profesional.

«Me voy al mejor sitio que hay posiblemente en el mundo para tratar este tipo de lesiones como es el hospital de la Universidad de Miami, donde llevaré a cabo un tratamiento específico encaminado a deportistas de elite acostumbrados a padecer golpes tremendos en la cabeza como los boxeadores o los jugadores de fútbol americano», asegura.

Roca Rey se marcha «esperanzado» en que el proceso rehabilitador al que va a ser sometido dé «buenos resultados», ya que no piensa ponerse fecha de reaparición hasta que esté totalmente recuperado de los fuertes dolores que sufre en la cabeza, y de las secuelas que ello conlleva; eso sí, cuando vuelva a enfundarse el traje de luces será para regresar «con más ilusión y ganas si cabe».

«Es fastidioso pasar por un trance así, que en mi caso han sido dos en menos de una semana, pero más rabia da reaparecer con toda la ilusión de volver a triunfar y emocionar a la gente y que, de pronto, un toro te vuelva a echar mano y te mande otra vez a la cama», reconoce.

«Pero mi concepto es así -continúa-, no comprendo mi toreo sin entregarme al máximo cada tarde, salir al ruedo como si fuese la última vez, y, lógicamente, esto conlleva asumir riesgos que a veces cuestan percances como los de Málaga y Palencia».

Dos contratiempos que han frenado en seco una temporada meteórica, y que le han hecho perderse numerosos e importantes compromisos, el más importante, sin duda, su doble cita en las Corridas Generales de Bilbao.

Así y todo, el joven espada limeño confiesa que este 2016 está siendo para él «un año para recordar», en el que las cosas estaban saliendo «a pedir de boca», y destaca que era ahora cuando estaba empezando a conseguir «lo que siempre» había soñado.

De momento sus números hablan por sí solos: 38 tardes en ruedos europeos con triunfos en prácticamente todas las ferias en las que ha estado anunciado, convirtiéndose así en la gran sensación del actual panorama taurino, uno de los nombres propios del año y que más expectación ha suscitado entre el aficionado.

«Es bonito saber que la gente te espera; el hecho de salir a una plaza y sentir tantas miradas puestas en ti supone una gran satisfacción personal. Pero más importante es tratar de no fallar y buscar esa regularidad en el triunfo que te haga enfocar el camino que quiero y pretendo recorrer», enfatiza.

«Ese pienso que es el secreto de mi temporada -prosigue el peruano- y lo que me ha permitido entrar en los carteles de las figuras y poder competir así cara a cara con ellas, sin ningún miedo y con la máxima ilusión, pues el toreo, al fin y al cabo, es sobre todo rivalidad, querer ser el mejor en el albero para lograr un gran espectáculo y conseguir también que la gente se emocione».

Roca Rey prefiere «no calificar ni poner nota» a su campaña, ya que lo más relevante para él son «las sensaciones» vividas.

«Este 2016 está trayendo consigo un conjunto de cosas muy importantes. Lo que estoy viviendo es precioso, de ahí que no pueda quedarme con un día en concreto, sino con todos en general, aunque ha habido tardes mágicas en Olivenza, Valencia, Madrid, Pamplona, Burgos, Roquetas de Mar, Sanlúcar, Santander…», reconoce.

«Estoy tremendamente feliz por todo lo que he conseguido. Ahora hay que mantener los pies en el suelo y seguir siendo uno mismo, mejorar día a día para superar nuevos retos y alcanzar nuevas metas.

Aún me queda mucho camino por recorrer. Esto no ha hecho más que empezar», concluye.